MUJERES GUERRERAS DE JAPÓN: TRES HEROÍNAS LEGENDARIAS

En la sociedad feudal japonesa, la mujer ocupó casi exclusivamente el rol tradicional de cuidado del hogar y la familia y se dedicó a satisfacer las necesidades del hombre. Cultura muy militarizada, las circunstancias bélicas hicieron que a pesar de este papel un grupo de valerosas mujeres, ejerciera una actuación decisiva en asuntos militares, y acabara participando en combates y grandes batallas, además de cumplir ciertas funciones estratégicas, de liderazgo, e incluso misiones de alto riesgo.

Mujer samurái

Esta presencia de guerreras de aura legendaria se remonta a los tiempos de la emperatriz Jingu (201-269) que según la tradición invadió Corea con un ejército regresando con éxito; y siguió vigente hasta mediados del siglo XIX, con la actuación de las últimas mujeres samurái. Algunas de estas mujeres han acabado ocupando un lugar en las leyendas y el folclore del país, convirtiéndose en fuente masiva de inspiración literaria y cinematográfica en tiempos recientes.

La legendaria emperatriz Jingu

TOMOE GOZEN (1157-1184 d.C): Fue una mujer samurái, una de las más conocidas de todos los tiempos. Las mujeres samurái eran conocidas como Onna-Buggeisha. Las Onna-Buggeisha solían especializarse en el dominio del Naginata y el arco.

Tomoe vivió durante los tiempos de las guerras Gempei (1180-1185), que enfrentó a los clanes de Taiara y Minamoto.  De Tomoe Gozen se decía que era una gran arquera y jinete. De ella se decía:

‘Tomoe era especialmente hermosa, de piel blanca, pelo largo y bellas facciones. También era una excelente arquera y como espadachina era una guerrera que valía por mil, dispuesta a confrontar un demonio o un dios, a caballo o en pie. Domaba caballos salvajes con gran habilidad; cabalgaba por peligrosas pendientes sin rasguño alguno. Cuando una batalla era inminente, Yoshinaka la enviaba como su primer capitán, equipada con una pesada armadura, una enorme espada y un poderoso arco; y ella era más valerosa que cualquiera de sus otros guerreros.» (Cantar de Heike, poema épico del siglo XIII, considerado un clásico de la literatura japonesa )

Parece que en 1184 ganó la batalla de Kurikawa tomando Kioto. Algunas fuentes dicen que era la mujer de Minamoto No Yoshinaka, del vencedor clan Minamoto. Tras la victoria del clan, el emperador lo declaró enemigo del estado y lo mandó ejecutar. Tomoe Gozen moriría junto a él. Otras fuentes dicen que le sobrevivió  y que se convirtió en monja. En cualquier caso, su final sigue siendo un misterio.

CHIYOME MOCHIZUKI Y LAS KUNOICHI (XVI dC): Lady Chiyome, legendaria mujer de la nobleza japonesa, poetisa y líder fundadora de las Kunoichi, las mujeres ninja. Descendiente de ninjas del clan Koga, esta excepcional mujer vio como su marido, el samurai Mochizuki Moritoki, fallecía en la batalla de Kawanakajima (1561). Entonces fue puesta bajo el cuidado y servicio del Daimyo Takeda Shingen.

Este le encomendó una importante misión: Crear y entrenar un grupo de mujeres ninja para espiar a sus enemigos y enviar mensajes y información a sus aliados. Chiyome buscó en los fondos más bajos de la sociedad feudal japonesa: huérfanas, vagabundas, prostitutas, marginadas. Las entrenó en las artes femeninas ninja, muy diferentes a la de los ninja masculinos.

El entrenamiento incluía la actuación, el espionaje, la seducción y el asesinato, utilizando todo tipo de recursos, que parecían objetos de los más comunes, pero que en realidad eran armas letales. Desde dagas, dardos y pequeñas cerbatanas, a las conocidas shuriken, pasando por anillos con púas, las garras de gato (Nekote), que podían llevar en los dedos, o un cinturón con el que poder estrangular sus víctimas. También el famoso Tessen o abanico de guerra era utilizado por las Kunoichi. Sus prendas femeninas y su pelo recogido permitían esconder todo tipo de artilugios mortales. Era básico el manejo de venenos y pociones, que podían llevar escondidos o incrustados en sus garras o anillos, así como de polvos cegadores en caso de peligro. Las misiones podían durar años y podían llevar incluso al matrimonio con la futura víctima.

Abanico de guerra o Tessen

Chiyome consiguió reclutar unas 200-300 mujeres, que disfrazadas y educadas como monjas (también se disfrazaban de prostitutas, geishas, actrices..) estaban muy preparadas para moverse libremente por los pueblos de la región. Esto dió una gran ventaja al clan Takeda. Chiyome Mochizuki, al igual que su amo Takeda Shingen, parece desaparecer de la historia hacia 1573,  mientras se estaba preparando la lucha contra Oda Nobunaga.

Takeda Shingen

El grupo de las Kunoichi siguió vigente con nuevas líderes. Otras Kunoichi destacadas de la historia son Hatsume No Tsubone que sirvió durante el periodo Tokugawa, y Umemura Sawano, ninja del clan Takeda.

NAKANO TAKEKO (1847-1868): La mujer guerrera de Aizu. Nacida en una importante familia samurái, en sus juventud recibió una amplia formación en artes marciales, literatura y caligrafía. La historia de guerreras legendarias, como Tomoe Gozen, la marcó profundamente. Trabajó como maestra en diferentes familias nobles, así como instructora de artes marciales y el uso del naginata.

Pero pronto el país se vio envuelto en la guerra Boshin, que enfrentaba a los restauradores Meiji (visión imperial y moderna) contra el antiguo y decadente Shogunato Tokugawa, todo ante la reciente y forzada apertura del país a los extranjeros. Nakano se esforzó en la defensa del Shogún, creando una unidad de mujeres samurái o onna-buggeisha, (con varias de sus hermanas), que combatía por su cuenta, ya que no podían ser aceptadas por el ejército.

En la batalla de Aizu, destacó su dominio en el combate cuerpo a cuerpo con una gran dominio del naginata. En la defensa del puente de Yanagi, cargaron con fiereza contra las tropas imperiales que lanzaron múltiples ráfagas de fuego. Al ver que eran mujeres, los soldados quedaron impresionados, consiguiendo las mujeres alcanzarlos y matar algunos de ellos.

La misma Nakano acabó con varios antes de caer por una herida en el pecho. Su propia hermana Yuko la decapitó (seppuku) para darle una muerte honrosa y evitar que se la llevasen sus enemigos. Antes de la batalla final escribió:

No me atrevería a considerarme /
miembro del círculo de los guerreros más grandes y famosos /
aún cuando comparto con todos ellos el mismo valor.

Fue en este periodo de cambio y modernidad cuando desapareció la cultura samurái y con ello, la presencia de mujeres guerreras. Hay que destacar otra de las últimas grandes mujeres samurái que se conocen, la extraordinaria Niijima Yae (1845-1932) también partícipe en la Batalla de Aizu (1868) donde destacó por su habilidad con el rifle. Posteriormente recibió alta educación en Estados Unidos. Retornó a Japón, donde fundó la Doshisha English School y empezó a defender los derechos de las mujeres. Más tarde se enroló en la Cruz Roja para realizar tareas de enfermería durante la guerra sino-japonesa (1895) y la guerra ruso japonesa (1904).

Niijima Yae

Recientes estudios afirman que la presencia de estas mujeres guerreras fue mayor de la se creía, ejerciendo una papel fundamental en el frente de batalla. Casi un tercio de muchos de los ejércitos estuvieron compuestos por mujeres, durante los periodos de mayor belicosidad (siglos XVI-XVII y XIX). Estas heroínas son recordadas con numerosas estatuas en el país nipón y cada año son veneradas en los festivales tradicionales. (véase festival de otoño en Aizu) .

Estatua de Nakano Takeko

PARA SABER MÁS:

Turnbull, Stephen. Samurai Women. 1184–1877 (en anglès). Osprey Publishing, 2010. ISBN 978-1-84603-951-5.

Hoffman, Michael (October 9, 2011). «Women warriors of Japan»The Japan Times.

Nakano Takeko (1847-1868) 

https://www.bezzia.com/las-mujeres-guerreras-de-japon/

https://culturainquieta.com/es/lifestyle/item/8943-temibles-mujeres-samurai-de-la-historia.html

Las reinas guerreras Samuráis. Excelente documental de Youtube. Documentalia.

Publicado por Iskande

Historiador y divulgador.