Era casi medianoche cuando el rey Bela decidió atacar a los invasores, no sin temor a que la ofensiva fuera un error fatal. La situación era bastante desesperada. No sólo por la llegada de aquellas hordas orientales, sino por la insumisión de sus propias fuerzas. Las tribus cumanas, pacificadas poco antes, eran unos aliados incontrolables,Sigue leyendo «MOHI»