Un recorrido a través de las tropas mercenarias más notorias de la Plena y la Baja Edad Media de Occidente (siglos XI-XV), protagonistas de las Cruzadas a Tierra Santa, la Reconquista, la Guerra de los Cien Años o la lucha por el Mediterráneo.
10. TURCÓPOLOS

Mestizos de padres griegos y turcos, estos guerreros descendientes de los selyúcidas fueron reclutados por el Imperio Bizantino durante la Primera Cruzada (1096-1099), y posteriormente por muchos estados cruzados. La mayoría de ellos fueron cristianizados, unos pocos mantuvieron sus creencias musulmanas. Considerados traidores por los mamelucos que los ejecutaban de inmediato si los capturaban, en los ejércitos cristianos ocuparon el rol de caballería auxiliar. Con una armadura ligera y armados con arcos y lanzas combatían como hostigadores, a menudo subordinados a la caballería pesada franca o templaria. Participaron en la derrota cristiana en la Batalla de los Cuernos de Hattin (1187). Tenían a sus propios líderes, llamados turcopolieres.
9. FIANNA

Los fianna irlandeses eran comunidades libres de bandidos que vivían apartados de la sociedad, dedicandose a la caza y el saqueo. Su origen se remonta a los jóvenes varones de la pequeña nobleza irlandesa que aún no habían heredado tierras (propietarios de pleno derecho de los túath, antigua denominación irlandesa que se usa para la unidad político-geográfica más pequeña que un reino). Este grupo está asociado a un ritual de iniciación antes de llegar a la edad adulta (como los Kóryos indoeuropeos). Durante el invierno eran alimentados y alojados por miembros de la nobleza, mientras que en verano permanecían en los bosques cazando, asaltando aldeas y ejerciendo como mercenarios. Los fianna son un arquetipo muy citado en las leyendas y la mitología irlandesa con héroes míticos como Fionn mac Cumhaill o Diarmuid Ua Duibhne, por lo que su conocimiento histórico es muy limitado.
8. COMPAÑÍAS LIBRES
Nombre genérico otorgado a las compañías de mercenarios libres surgidos tras la paz de Brétigny (1360) durante la Guerra de los 100 años entre Inglaterra y Francia. Tuvieron gran importancia entre los siglos XIII y XIV, asolando pueblos y ciudades y derrotando ejércitos reales. Llamados compañías libres, gran compañía o compañías de aventuras, combatían por el mejor postor y estaban altamente estructuradas. Mientras no eran contratadas se dedicaban al saqueo. Operaron por toda Europa y el Mediterráneo. Entre las más conocidas estaban los Routers, Écorcheurs, Coquillards en Francia, la Gran Compañía Alemana, las Compañias del norte de Italia (Compagnia de la Stella, San Giorgio, della Rosa..), la inglesa Compañía Blanca o las famosas Compañía Navarra y Compañía Catalana (ver abajo).

7. COMPAÑÍA BLANCA

Destacada compañía de mercenarios ingleses y alemanes que operó en Italia durante el siglo XIV. Es posible que su nombre derive de que llevaran sobrevestas blancas por encima de las armaduras. La empresa estaba organizada en tres lanzas: un hombre de armas, un escudero y un paje. Es posible que la elección de su líder su realizara de forma democrática. Contaba con personal administrativo y un tesorero. Su número fluctuó de unos pocos centenares o más de cinco mil hombres, entre infantería y caballería. Nacida en Alemania, combatió en Francia del lado inglés durante la Guerra de los Cien Años. Luego se dedicaron a la extorsión (incluso amenazaron al Papa) desplazándose hasta el norte de Italia, donde fueron contratados por varias facciones, estando involucrados en importantes batallas (Batalla de Castagnaro, 1377) y crueles masacres. Enemigos de los Visconti de Milán, sus líderes fueron Albert Sterz y John Hawkwood.
6. FARFANES
Los Farfanes (palabra de origen confuso, quizás del árabe Farkhan, «Pájaro») fueron soldados cristianos de la Península Ibérica reclutados por diferentes dinastías musulmanas a lo largo del Mediterráneo Occidental. Luchaban al estilo europeo como caballería pesada o infantería y estaban dirigidos por el qadi, un oficial. Su origen es discutido, pudiendo tratarse tanto de cristianos exiliados o expulsados desde distintos reino de la Península, como de antiguos esclavos o prisioneros de guerra de los árabes, así como de deportados cristianos mozárabes del norte de África integrados en las tropas de la Dinastía Almorávide (siglo XI). La importancia de mercenarios cristianos en el Magreb continuó con los almohades y sus sucesores, meriníes, zayyaníes y hafsíes (siglo XIII).

http://warfare.gq/Cantiga/Cantigas_de_Santa_Maria-181.htm
Un famoso farfán fue el catalán Reverter de Laguardia (ca 1144), vizconde de Barcelona, que tras ser capturado por los almorávides ocupó un lugar prominente entre las tropas del Califato.
5. BALLESTEROS GENOVESES
Los ballesteros genoveses sirvieron a Génova, potencia comercial y naval del período, pero también a otras potencias europeas como mercenarios. Fueron unos soldados especializados en la ballesta, cuya fabricación artesanal estaba muy arraigada en Génova. Se caracterizaban por el uso del Pavés, un escudo rectangular de grandes dimensiones, e iban equipados con casco, gorjal, cota de malla y una daga. A partir de su exitosa intervención en la Primera y Segunda Cruzada, se convirtieron en unos de los cuerpos militares más respetados y codiciados por las naciones europeas. Es famosa su derrota frente a los arqueros de tiro largo ingleses en la decisiva batalla de Crecy (1346, Guerra de los Cien Años). Sus aventuras les llevaron hasta la lejana Rusia, participando del lado tártaro en la Batalla de Kulikovo (1380). Se desplegaron ballesteros en el campo de batalla hasta sus sustitución por las armas de fuego a mediados del siglo XVI.

4. GALLOWGLASS
Los Gallowglass («Ga´elicos forasteros») (siglos XIII-XVI) fueron mercenarios de élite de origen hiberno-normando procedentes de las Islas Hébridas, en Escocia. En las islas escocesas se había formado una comunidad mestiza, derivada de los matrimonios entre gaélicos autóctonos y las comunidades de colonos noruegos instalados desde el siglo X. Reclutados por la nobleza irlandesa a cambio de tierras y señoríos, formaron una poderosa infantería anticaballería armada con hachas y espadas claymore. Cada gallowglass, hombres grandes y fuertes, solía ir acompañado de dos ayudantes que le proporcionaban jabalinas y provisiones para sus campañas. Se organizaban en partidas de 100 hombres (Corrughadh) siendo un elemento crucial en las guerras de clanes de Irlanda hasta bien entrado el siglo XVI. Su primera aparición fecha de 1259 , cuando el príncipe de Connacht recibió 160 guerreros escoceses como dote de la hija del rey de las Hébridas. En 1512, aún había 59 grupos de Gallowglass bajo control de la nobleza irlandesa, desapareciendo gradualmente con la llegada de la pólvora.

3. CONDOTIEROS
Los condotieros fueron famosos caballeros mercenarios italianos al frente de una compañía libre de mercenarios. Sus historias se han romantizado y forman parte del imaginario popular. Ávidos de fama y riqueza, eran conocidos por su falta de escrúpulos y escasa lealtad: tuvieron una gran relevancia en la Italia del siglo XV, a menudo decantando el poder de una ciudad-estado a otra. Si bien su origen parece encontrarse en los mercenarios procedentes de Francia y Alemania de las grandes compañías de mercenarios que llegaron a la península italiana a lo largo de los siglos XIII-XIV, con el tiempo se convirtieron en un fenómeno muy destacado de la política italiana. Las ricas ciudades italianas como Florencia, Génova o Venecia disponían de un ejército muy reducido por lo que requerían de verdaderos hombres de armas con los que acabar con esta vulnerabilidad. La palabra Condotta deriva del contrato entre el capitán de los mercenarios y el gobierno al que servía. Entre los condotieros más famosos se encuentra Farinata Degli Uberti (1212-1264), Angelo Tartaglia (1370-1421) o Alberico da Barbiano (1344-1409).

2. ALMOGÁVARES
Tropas de infantería ligera y de choque, el término al-mogavar (los que entran en tierra enemiga) es de origen sarraceno, remontando su origen a las tierras de Al-Andalus, y desplegandose en las tierra de nadie durante la Reconquista Cristiana. A lo largo del Valle del Ebro, interior valenciano y murciano, Pirineos, Aragón, montañas de Granada entre otros, estos fieros hombres de frontera, pastores, montaraces, bandidos y saqueadores, fueron reclutados como mercenarios por la Corona de Aragón y en menor medida la Corona de Castilla, organizándose en compañías. Participaron en la Conquista aragonesa de Sicilia (1282) y más tarde a las órdenes de Pere III de la Corona de Aragón, en sendas expediciones a Mallorca y Valencia. Iban armados con una espada corta, una lanza, dos venablos y apenas protegidos por una cota de malla. Entre sus líderes más conocidos, Roger de Llúria (1250-1305), Roger de Flor (1267-1305) y Bernat de Rocafort (1271-1309). El cuerpo más famoso de los almogávares fue la Compañía Catalana de Oriente que al mando de Roger de Flor desempeñó al servicio del Imperio Bizantino una campaña épica contra sus enemigos turcos, derrotándolos batalla tras otra, llegando hasta tan lejos como las Puertas de Tauro en Cilicia, hasta ser traicionados por los propios griegos (Adrianópolis, 1305), que se veían amenazados por su poder. Empezó entonces una devastadora marcha contra sus antiguos contratistas, la «llamada Venganza Catalana«, que devastó Tracia y Grecia y que terminó con la fundación de los Ducados de Atenas y Neopatria (1311-1388/1390). Fueron una infantería ligera temible, móviles y versátiles y con tácticas letales (buscando el factor sorpresa, guerra de guerrillas, fingiendo retiradas), fueron capaces de vencer incluso a la mejor caballería pesada de la época, la caballería franca (Batalla del Río Cefis, Tesalia, Grecia, 1311). Su fiereza resonó en los Balcanes durante siglos.

1. GUARDIA VAREGA
Mercenarios nórdicos que ejercieron como guardia personal del ejército bizantino entre los siglos X y XIV. Las tropas fueron reclutadas por primera vez en el 988 tras los acuerdos entre Basilio II y Vladimir de Kiev, soberano del Rus de Kiev, estado recién cristianizado. Además de hombres escandinavos, en la Guardia Varega se unieron guerreros de distintas procedencias, entre ellos anglosajones que huían de las invasiones normandas. Esta guardia se caracterizaba por su gran fiereza y fidelidad, como eran costumbre entre las fuerzas vikingas. No solo defendieron al emperador sino que participaron en las guerras de Bizancio. Con unos 6000 hombres, y dirigidos por el akolouthos o acólito, el equipo de la Guardia Varega consistía en una gran hacha de combate o hacha danesa, una espada, un escudo redondo y un casco abierto. Gradualmente irían adoptando la vestimenta bizantina. En la batalla de Beroe (1123), los varegos, en clara inferioridad númerica, fueron decisivos para Bizancio, aniquilando a sus enemigos, los nómadas pechenegos.

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