Franz Nopcsa von Felső-Szilvás, más conocido como el Barón Ferenc-Nopcsa, fue un singular personaje de principios del siglo XX, un adelantado a su tiempo, un aventurero multidisciplinar que realizó grandes aportaciones al mundo paleontológico y geológico europeo, al mismo tiempo que contribuyó al estudio y conocimiento cultural sobre Europa del Este, y en particular de Albania, de gran interés personal. Rebelde egocéntrico, vivió siempre cerca de la polémica.
COMIENZOS

Hijo de la aristocracia, nació en Transilvania en 1877 en una importante familia húngara de origen rumano. Su padre, Elek Nopcsa, era miembro del parlamento húngaro. En aquel entonces el territorio formaba parte de la monarquía dual o Imperio Austro-Húngaro. En 1895, la hermana pequeña de Ferenc, Ilona, descubrió en el río un gran cráneo de dinosaurio gravemente dañado cerca de la finca familiar situada en Sântămăria-Orlea. Compartió el hallazgo con el geólogo austríaco Eudard Suess, quién le animó a tomar estudios científicos y estudiar los huesos. Despertó un gran interés en la ciencia y siguiendo su consejo, Ferenc empezó a estudiar Geología en la Universidad de Viena en 1897. El joven Ferenc brilló rápidamente, con 22 años ya impartía clases, incluso dió una conferencia en la Academia Imperial de Ciencias de Viena sobre los fósiles de dinosaurios en Transilvania (1897). En 1903 completó su doctorado en Geología con un estudio centrado en mapear geológicamente la finca familiar. Además de húngaro, su lengua nativa, hablaba rumano, alemán, francés e inglés. Crítico con las autoridades científicas del momento, decidió dedicarse a la paleontología por su cuenta, y empezó a buscar fósiles en el sur de los Balcanes.

AVENTURAS EN ALBANIA
La primera expedición se dirigió a Albania. Poco después contrató como secretario al joven albanés de 18 años Bayazid Elmaz Doda, con quién empezó una estrecha relación que fue más allá de la amistad. Doda se convertiría en su gran compañero de aventuras y pasarían el resto de sus vidas juntos. Franz Nopcsa se mostraba como un elegante aristócrata con capa de terciopelo negro y no hacía ningún esfuerzo aparente por ocultar su homosexualidad. Esto solo fue tolerado por su posición social.
Entre 1907 y 1912 visitó toda la región de los Balcanes, una peligrosa región donde la fuerza dominante, el Imperio Otomano, iba reculando progresivamente. Recorrió Albania, Bosnia, Kosovo, Serbia, Montenegro y Macedonia. Se dedicó por completo al estudio de Albania, mapeando el país, viajando por las remotas montañas del norte, donde se codeó con las tribus albanesas que mantenían una vida guerrillera y a los que admiraba por su código de honor; aprendió la lengua y los costumbres locales. Nopcsa arengó a las tribus albanesas a alzarse contra los turcos pronunciando apasionados discursos, y participó en el contrabando de armas. Se movía por las montañas como un guerrillero más. En esta guerra de guerrillas, los albaneses consiguieron expulsaron a los otomanos en 1912, pero pronto empezaron nuevos conflictos entre los clanes dominantes.

En cierto momento pasó a actuar como agente secreto austríaco, y muchas de sus investigaciones llegaron a manos de la inteligencia austríaca. En una Europa hecha un polvorín, los sueños de Ferenc iban más allá: no solo quería liberar Albania de manos otomanas y dejarlo bajo protección austríaca. Quería ocupar una posición preeminente en la nueva organización del país: reinar. Franz Nopcsa mostró su arrogancia y seguridad en si mismo al llegar a teorizar: «Una vez que fuera un monarca europeo reinante, no tendría ninguna dificultad para obtener los fondos adicionales necesarios casándome con una rica heredera estadounidense que aspiraba a la realeza, un paso que en otras circunstancias me habría resistido a dar».
Las autoridades austríacas se plantearon seriamente la opción de Franz Nopcsa, pero finalmente escogieron al príncipe alemán Wilhelm Wied. Tras la decepción, dijo a su colega, el paleontólogo Arthur Smith Woodward «Mi Albania está muerta«.

http://www.albanianphotography.net/DMM/
Estalló la Gran Guerra y Albania cayó rápidamente bajo la influencia italiana (Norte) y griega (Sur), por lo que el control austríaco del país fue efímero. De todas formas, Nopcsa continuó recopilando información para el gobierno austríaco moviéndose entre Albania y Rumanía.

Tras la ocupación rumana de Transilvania, Nopcsa huyó a Budapest. Al poco se declaró la República Soviética Húngara (1919). Nopcsa quiso escapar pero no tenía pasaporte, y por lo tanto ninguna opción de salida. Entonces ideó un arriesgado plan. Secuestrar un avión. Disponía de un antiguo documento del Ministerio de la guerra en el que falsificó la firma del Comisario del Pueblo, y alegó que tenía que ir a Sopron en nombre de los comunistas. Cogió su equipaje con el material de su nuevo libro y un revólver. Tras llegar al aeropuerto de Mátyásföld, le mostró el documento al comandante y partieron con un avión biplaza hacia Viena. A punta de pistola. Es considerado el primer secuestro aéreo del mundo.
APORTACIONES CIENTÍFICAS

longobardicus, un pterosaurio de cola larga. Franz Nopcsa, 1923.
Franz Nopcsa demostró ser un científico creativo, con una visión amplia y adelantada. Se mostró generoso con sus colegas de estudio, al que no dudó pasar los resultados de sus investigaciones. Nopcsa destacó por su novedosas teorías. En 1912 presentó la idea de que los dinosaurios centroeuropeos, de pequeño tamaño, eran una clara manifestación de enanismo insular (la teoría de que los animales que han vivido durante largo tiempo en islas son de menor tamaño que los del continente). La propuesta recibió un reconocimiento general. También reinvindicó el dimorfismo sexual entre los dinosaurios, la disfunción pituitaria como una causa de la gigantismo de los dinosaurios y también de su extinción; además apuntó la relación entre dinosaurios y pre-pájaros (preavis), hecho que se corroboraría décadas después con nuevos hallazgos clave. Sus estudios conectaban la paleontología con la biología, Nopcsa quería entender a los dinosaurios como organismos vivos. Sus trabajos contribuyeron al campo de la paleobiología, disciplina de la cuál se le considera uno de los fundadores. Describió un total de 25 géneros de reptiles, destacando cinco nuevos dinosaurios, como el Telmatosaurus Transsylvanicus (1899), un pequeño hadrosáurido, el Zalmoxes Robustus (1899), un rabdodóntido del Cretácico, y el Magyarosaurus Dacus (1915), un pequeño saurópodo de una tonelada. También nombraría a una especie de tortuga antigua en honor a Doda : Kallakobotion bajazidi (Bazid hermosa y redonda, en referencia al trasero de Doda).

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Telmatosaurus_sketch_v2.jpg
Sus aportes científicos también destacaron en el campo de la geología, con los estudios de la estructura tectónica de los Balcanes (respaldando la teoría de la deriva continental de Alfred Wegener)
Sus estudios sobre la cultura, geografía y etnología de Albania fueron muy relevantes, descubriendo a las instituciones académicas un país poco conocido y casi inexplorado. Publicó cuatro monografías albanesas antes de la guerra y dos trabajos más en la posguerra, entre los que destaca Geografía y geología del norte de Albania. Muchos años más tarde se publicaron sus diarios de viaje.

http://www.albanianphotography.net/nopcsa/
CAÍDA

En los años veinte, todo la atención paleontológica se centra en América del Norte, y la fama de Nopcsa decae. Empieza a tener dificultades financieras, pues pierde la propiedad de sus fincas familiares. En medio de un estado depresivo, es nombrado director del Real Museo Geológico Húngaro (1925). Pero no es muy bien acogido y se aburre del trabajo sedentario; pronto vuelve a viajar por Europa en motocicleta junto a su amante recogiendo nuevos fósiles. Finalmente se traslada a Viena. Allí pasa aún más dificultades económicas y tiene que vender su colección de fósiles al Museo de Historia Natural de Londres para sobrevivir. Su salud había emperado seriamente los últimos años. En una profunda depresión y sumindo en la pobreza, el 25 de marzo de 1933 hechó somnífero al té de su compañero y lo mató a tiros. Luego se suicidó. En una nota de suicidio, afirmó haber matado a su colega «porque no quería dejarlo enfermo, en la miseria y sin un centavo, habría sufrido demasiado»

El Barón Franz Nopcsa dejó un legado científico extraordinario con más de 180 obras publicadas. Muchas de sus teorías fueron reconocidas y completadas a posteriori.
Fue unos de los mayores expertos en albanología de su época. A principios del siglo XX, Albania, era un país muy desconocido por los círculos occidentales. De estructura casi feudal, organizado en tribus y clanes y dividido entre un norte cristiano y un sur musulmán, vivía un intenso periodo de agitación política y militar durante las largas estancias de Nopcsa. Altivo y de carácter complejo (se ha especulado con la sociopatía y la bipolaridad), tuvo un escaso respaldo a sus proyectos. Para llegar al éxito, Nopcsa se aferró a su innato espíritu aventurero y a un trabajo de campo brillante, y especialmente al soporte y confianza del amigo de su vida, Bajazid Elmaz Doda.
CONSULTAS
http://xoccam.blogspot.com/2011/09/el-paleontologo-que-seria-rey.html
https://www.mundoprehistorico.com/portfolio/franz-baron-nopcsa/