La enigmática civilización Sao, una gran desconocida de África Central de la que aún hoy se discuten sus orígenes, estableció un conjunto de ciudades estado independientes que florecieron alrededor del Lago Chad entre los siglos VII y XVI. La arqueología y la tradición oral han aportado luz a un pueblo con una gran capacidad artística y urbana, además de una legendaria fama de guerreros invencibles. Prueba de ello, su resistencia al poderoso Imperio de Kanem-Bornu se alargó varios siglos.
ORÍGENES
La civilización Sao tiene un largo recorrido histórico que se remonta a los siglos XI-X aC, en un momento en que se establecieron en África Central, alrededor del lago Chad y el río Chari. La teoría más extendida inicialmente, gracias a los hallazgos arqueológicos y la tradición oral, es que sus pobladores tienen su origen en el Valle del Nilo, pudiendo ser grupos descendientes de los hicsos que invadieron Egipto en el siglo XVII aC. Estos podrían haberse desplazado hacia el sur al sentirse presionados por nuevos invasores. Una segunda posibilidad es que los Sao fueran emigrantes nilóticos que escapaban de la invasión del Imperio Neoasirio del siglo VII aC. Actualmente la teoría más aceptada es que los Sao eran una cultura negra de indígenas del sur del lago Chad y que se desarrollaron de forma autóctona bebiendo de culturas anteriores como los Gajiganna (800 aC) del noreste de Nigeria, que ya practicaban la fortificación de ciudades.

La región chadiana de Kanem recibió la llegada de grupos nómadas y de otros grupos negros como los kanembu que formarían un poderoso imperio conocido como Kanem Bornu gobernado por la dinastía Sefuwa y con capital en la ciudad de Anjimi. Hubo fuertes disputas entre ambas poblaciones pero también mestizaje y convivencia.
DESARROLLO
Finalmente los Sao se desplazaron hacia el interior de la cuenca y florecieron con su sistema de ciudades-estado independientes, aunque siempre con el peligro de sus vecinos de Kanem Bornu. Se considera el periodo de máxima plenitud de los Sao entre los siglos IX y XV. El gobierno era el de una monarquía, con un rey de autoridad divina, que en raras ocasiones se dejaba ver en público. Las mujeres ocupaban una posición respetada. La reina madre y la hermana del gobernante gozaban de una gran autoridad.
Conocemos alguna de las ciudades pobladas por los Sao, como Ghaliwa o Damasak (norte de Nigeria), esta última, un feudo con cierta preeminencia religiosa. Las ciudades Sao estaban fortificadas y defendidas por altos muros, muros de tapial hechos con arcilla amasada, de 3 a 4 metros de grosor. Dentro de los muros se agrupaban las cabañas, donde vivian extensas familias, junto a las fuentes de agua. Se dedicaban a la agricultura y a la pesca. Desde la ciudad controlaban los pastos y tierras de alrededor.

Fueron destacados artesanos, maestros de la arcilla; trabajaron el cobre, el bronce e incluso el hierro, numerosas piezas así lo atestiguan. Su arte es de un gran detallismo y sofisticación, destacando las esculturas de bronce, estatuillas humanas y animales de terracota, armas como lanzas, cerámicas, urnas utilizadas tanto con fines funerarios como para el almacenamiento de cerveza o agua, y utensilios domésticos, así como monedas.

Los esqueletos atestiguan que tenían una alta estatura y probablemente gozaban de buena salud. Eran grandes guerreros, tal y como atestigua la tradición oral. Formaban clanes patriarcales. Sus mujeres llevaban el tapiz labial, no se sabe si por diferenciación sexual o por alejar a los esclavistas del norte.
Los Sao eran animistas que adoraban a los ancestros y espíritus de la naturaleza, el agua, los árboles y las piedras. Practicaban el totemismo. Lo Sao enterraban a sus muertos en túmulos, y en tiempos posteriores en urnas donde se incluían utensilios y adornos que acompañaban a los difuntos en el viaje al más allá.
INVASIÓN DE KANEM
Entre los siglos XII Y XIII el Imperio de Kanem Bornu alcanza su mayor esplendor. Domina una vasta región en África Central que abarca desde el Fezzán (Libia) hasta las tierras Hausa del Sur (actual norte de Nigeria). Su población alcanzó los 10 millones. El imperio controlaba todas las rutas comerciales transaharianas. Tuvo un fuerte ejército con infantería y caballería. Con el tiempo se sedentarizaron y abrazaron el Islam (hacia 1240, con Dunama Dibbalemi). En el siglo XIV, El Imperio de Kanem procedió a la destrucción deliberada de los asentamientos Sao, muchos poblaciones fueron destruidas y el hambre y la guerra azotó la región.

Algunos autores creen que la cultura Sao aún subsistió un tiempo más, hasta ser finalmente asimilada por el Imperio de Bornu. Otros grupos Sao fundaron su propia monarquía, el reino de Kotoko, pero también acabó bajo control de Kanem en el siglo XIX. Los Kotoko un pueblo del norte de Nigeria, Camerún y el oeste de Chad, se consideran herederos del pueblo Sao. Muchos otros grupos étnicos como los Fulani, los Sara, los Bakoko o los Beti se consideran herederos de la cultura Sao, una huella poco reconocida en los actuales países de Chad, Nigeria y Camerún. Todos ellos tiene ciertas prácticas animistas que beben de los cultos Sao.

En el día de la independencia de Chad, André Malraux declaró: “Señor presidente, los sao son sus galos”

El término Civilización Sao debe mucho a las expediciones del etnógrafo francés Marcel Griaule y su obra «Les Sao Legendaries». Junto al también etnógrafo Jean-Paul Lebeuf, recopilaron gran cantidad de obras de arte de la región chadiana, y documentaron las tradiciones orales de las sociedades locales, con un trabajo de carácter etnohistórico al que le faltaba cierto rigor arqueológico. A partir de los años 60 se realizan investigaciones con un enfoque más científico y con técnicas arqueológicas modernas. Las excavaciones de Mdaga y Bornu cuestionaron el término Civilización Sao, siendo más acurado hablar de un conjunto de sociedades y reinos de lengua chádica de distinto y prolongado desarrollo político en la región del Lago Chad, con una capacidad artística extraordinaria, comparable e incluso superior a la Cultura Nok, que floreció 500 años antes en la actual Nigeria. Siglos de desarrollo en África Central aprovechando todos los recursos de un gran lago, que hoy sus habitantes ven desaparecer.
REFERENCIAS
.Lebeuf, Jean-Paul,and Annie Masson Detourbet (1950). La Civilization du Tchad, Paris
https://reyesydinastias.blogspot.com/2012/12/historia-del-imperio-de-kanem-bornu-en.html